domingo, 20 de marzo de 2011

VALOR HUMANO


Todo objeto tiene un valor, mayor o menor, en la medida en que sirve mejor para la supervivencia y prosperidad del ser humano, ayudándole a conseguir la armonía y la independencia que necesita y a las que aspira.


Es por esto, que los valores que se elijen y se persiguen en la propia vida se corresponden con la realidad del hombre, es decir, verdaderos. Porque solo los valores verdaderos pueden conducir a las personas a un desarrollo pleno de sus capacidades naturales.


Puede afirmarse que, en el terreno moral, un valor será verdadero en función de su capacidad para hacer más humano al hombre.


El valor más básico, es el valor de toda vida humana, de todo humano es la dignidad humana.


Este valor posee dos aspectos muy importantes, y los cuales debe entenderse por separado para comprender finalmente su acepción. Es decir por un lado, “el valor” es decir todo aquello que apreciamos, estimamos, deseamos. Y por otro lado, “lo humano”; es decir las acepciones que hacemos de la concepción en relación a la sociedad en la que nos desarrollamos. A partir de aquí, uno tiende a modelar formas de vida y actuar de determinada manera ante las situaciones que se les plantean.


El valor humano en nuestras vidas es fundamental, ya que nos permite alcanzar determinadas cosas y por sobre todo adquirir otras actitudes tan relevantes para actuar como sujetos más comprometidos. Por ejemplo: responsabilidad, respeto, compromiso, amor, justicia, sencillez, optimismo, entre otros.


En la actualidad, estamos inmersos en una sociedad que ha perdido muchas de estas actitudes y que hacen al valor humano como el eje central de una sociedad más equitativa. Es decir, nos estamos rigiendo por la pérdida de metas, objetivos claros, para tornarnos más consumistas y materialistas; lo cual crea en nosotros una falsa felicidad y nos enceguece ante los verdaderos y simples hechos que nos permiten ser más humano, en esta sociedad global.


Lo más importante, es valorarse uno mismo y tal cual es. Porque ello nos permitirá aceptar y querer a las demás personas por lo que son y no por lo que tienen. Debemos ser más generosos y más capaces de prestar ayuda al prójimo ante determinadas circunstancias, sin esperar algo a cambio, sino por el solo hecho de sacar de uno mismo valores tan importantes para nuestro ser. No seamos superficiales, sino seamos nosotros mismos, porque ello nos ayudará a rescatar el valor humano.


Es decir, a la capacidad que tiene cada persona de actuar libremente junto a la toma de decisiones, sin que estos perjudiquen a los demás. Primemos en cada uno de nosotros este valor, porque debemos velar y obrar por el bien de todos.

domingo, 13 de marzo de 2011

TAMBIÉN PARA PENSAR


No es amor...
Mucho se habla sobre el amor, amistad y pasiones. Es bueno meditar también en lo que NO es amor.

Si necesitas a alguien para ser feliz, eso no es amor. Es Carencia.

Si tienes celos, inseguridad y haces cualquier cosa para mantener a alguien a tu lado, aún sabiendo que no eres amada(o), y dices que crees en esa persona, pero no en los otros, que te parecen rivales, eso no es amor. Es falta de amor propio.

Si crees que "malo con él (ella), peor sin él (ella)", y tu vida queda vacía sin esa persona; no consigues imaginarte solo(a) y mantienes una relación que se acabó sólo porque no tienes vida propia, eso no es amor. Es Dependencia.

Si piensas que el ser amado te pertenece; te sientes dueño(a) y señor(a) de su vida y de su cuerpo; no le das la oportunidad de expresarse, de decidirse, sólo para afirmar tu dominio, eso no es amor. Es Egoísmo.

Si no lo/la deseas; no te realizas como hombre/mujer con esta persona; prefieres no tener relaciones íntimas con esa persona, sin embargo sientes algún placer en estar a su lado, eso no es amor. Es Amistad.

Si discuten por cualquier motivo; se mueren de celos el uno del otro; ni siempre hacen los mismos planes; les falta acuerdo en diversas situaciones; no les gusta hacer las mismas cosas o ir a los mismos lugares, pero hay un deseo de estar íntimamente juntos, eso no es amor. Es Deseo.

Si tu corazón late más fuerte; el sudor se pone intenso, tu temperatura sube y baja vertiginosamente, sólo en pensar en la otra persona, eso no es amor. Es Pasión.

Ahora que ya sabes lo que no es amor, es más fácil analizar lo que pasa contigo y procurar resolver la situación o programarse para atraer a alguien por quien sientas afecto y deseo; y que este alguien también sienta lo mismo por ti, para que puedan construir una relación equilibrada en donde haya el verdadero y eterno AMOR.

Mi padre me dijo un día: "Hija... tendrás tres tipo de persona en tu vida: Un AMIGO, aquella persona que tendrás siempre en gran estima, que sabrás que puedes contar siempre; que le bastará con que señales que estás necesitando ayuda, y ésta te estará siendo dada. Un AMANTE, aquella persona que hace tu corazón latir con más intensidad; que te hará flotar y nada importará cuando estén juntos. Una PASIÓN, aquella persona que amarás y desearás incondicionalmente, a veces sin siquiera importar que ella te quiera o no, y quizás esta persona nunca sepa de tus sentimientos.

Pero si consigues reunir estas tres personas en una sola, puedes estar segura hija mía: Encontraste la felicidad.


sábado, 12 de marzo de 2011

ALIMENTO PARA EL CORAZÓN Y LA MENTE

CORAJE

Para vivir es necesario coraje. Tanto la semilla intacta como la que rompe su cáscara tienen las mismas propiedades, sin embargo, sólo la que rompe su cáscara es capaz de lanzarse a la aventura de la vida. Esta aventura requiere una única osadía: descubrir que no se puede vivir a través de la experiencia de los otros y estar dispuesto a entregarse... No importa lo que me espera, yo deseo estar con el corazón abierto. Que no tenga miedo de poner mi brazo en el hombro de alguien. Que yo no tema hacer algo que nadie hizo antes, hasta que me hieran.

Déjame ser tonto hoy, porque la tontería es todo lo que tengo para dar esta mañana. Me pueden reprender por eso, pero no tiene importancia, mañana, quien sabe, yo seré menos tonto. Cuando dos personas se encuentran deben ser como dos lirios acuáticos que se abren de lado a lado, cada cual mostrando su corazón dorado, y reflejando el lago, las nubes y los cielos.

No logro entender por qué un encuentro genera lo contrario de eso: corazones cerrados y temor a los sufrimientos.


Septiembre 1920 - Khalil Gibran